
¿Qué mirás?
A qué querés llegar con tus gestos de desaprobación,
Con esos ojos penetrantes en una mirada tan triste como bien sabés, pero te encontrás imposibilitado de darte cuenta.
¿Qué es lo que tanto te preocupa de él?
Qué querés ser cuando seas grande, y cuando llegue el momento, qué más vas a desear.
¿Qué decís?- ya no escucho…
mis y tus oídos están sordos, ¿a eso querías llegar, a eso querían llegar?
Estoy estancada, ¡Sí!, pero no siento ningún paisaje prometedor.
Tanta soberbia, impotencia y resentimiento nos va a terminar diluyendo, a menos que hablemos y miremos,
Ese es nuestro engolosinado fuerte, nutrirnos de palabras, propia característica humanoide…
¡Sí ya se! Me olvidaba de escuchar,
Esta forma de ser también parece haberse quedado estancada (¡como yo!)
Quizás solo vemos palabras que queremos escuchar y que aturdidos, quedamos paralizados en un espiral, el cual crece tanto que ya ni se distingue
¿Qué crees que es querer? O qué querés creer...
Quién nos metió en este quilombo, que veías tan lejano y sólo con un respiro se adueñó de lo único natural que tenemos, tu ser humano… ¡Sí! Y así se formó un gran e inmenso grupo de seres humanos completamente sometidos, que olvidaron justamente eso: SER HUMANOS. Simplemente seres humanos, una ínfima especie mas pero con una cualidad representativa, ese ego insoportable que bloquea los sentidos.
Ojalá algún día esos sentimientos destructivos y, obviamente autodestructivos, se esfumen en el aire y la Madre Tierra, como siempre, se encargue de llevarlos por un laberinto sin salida, creado específicamente para esa clase de aires… esos malos aires
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